Desarrollo motor y funciones cognitivas

Desarrollo motor y funciones cognitivas

Para entender mejor la relación que existe entre el desarrollo motor y las funciones de cognición debemos entender qué es el desarrollo motor y qué son las funciones cognitivas.

El desarrollo motor hace referencia a un proceso secuencial y dinámico dónde se adquieren las habilidades motoras o hitos motores que van a proporcionarnos la habilidad de realizar ciertas funciones, como son mantenernos senados, ponernos de pie, caminar, manipular objetos… De esta forma podremos relacionarnos con el medio que nos rodea. Esta capacidad de movimiento depende de la maduración del Sistema Nervioso y de la evolución del tono muscular.

Las funciones cognitivas superiores se refieren al uso o manejo de la información. Estas funciones mentales son la atención, la memoria, el lenguaje, funciones ejecutivas (planificación, control inhibitorio, solución de problemas…)

Existe evidencia entre la relación del desarrollo motor en los primeros años de vida con las funciones cognitivas. En ocasiones, las dificultades en la etapa escolar  (En la atención, dificultades en el lenguaje, alteraciones del comportamiento y de la conducta) provienen de dificultades en el desarrollo motor (Falta de coordinación oculo-manual, pobre equilibrio y control postural…) que no se han adquirido durante los primeros años de vida.

Por ejemplo, los niños prematuros son una población de riesgo dónde se ha estudiado que pueden traer consigo secuelas a largo y corto plazo en las funciones cognitivas, como la fluidez verbal, la memoria de trabajo y la flexibilidad mental. Estas alteraciones en las funciones ejecutivas del prematuro se debe a una mayor vulnerabilidad en el Sistema Nervioso Central.

Por ello, es tan importante el desarrollo motor de nuestros bebés desde el nacimiento. La prevención y el seguimiento del primer año vida, y una estimulación temprana puede ayudar a prevenir dificultades en las funciones mentales superiores durante la infancia.

¿Qué podemos hacer?

  • Vigilar el desarrollo motor desde el nacimiento, especialmente en niños prematuros o con afectación del Sistema Nervioso.
  • Realizar una atención temprana ( Tratamiento de profesionales adecuados como Fisioterapia, Logopedia, Terapia ocupacional…)
  • Estimular y potenciar sus capacidades motoras a través de juegos y actividades divertidas.
  • Realizar una valoración neuropsicológica infantil para intervenir lo antes posible dificultades en el aprendizaje.
  • Incorporar programas de actividad motriz y psicomotricidad.
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